El artículo 19 de la ley de Prevención de Riesgos Laborales dice así: “ En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva… ”
Es una obligación por parte de la empresa proporcionar una formación donde se impartan los conocimientos de los riesgos a los que se exponen los trabajadores y cómo pueden prevenirlos o evitarlos.
Empecemos por lo básico:
¿Qué es la formación PRL?
La formación PRL es un requisito legal como mencionamos anteriormente, consiste en desarrollar las capacidades y aptitudes de las personas para que puedan completar sus tareas sin que esto provoque un daño hacia su propia seguridad o la de terceros.
Incluye los siguientes puntos:
1. Riesgos de cada puesto o función.
2. Medidas y actividades de prevención aplicables a los riesgos anteriores.
3. Conocimientos básicos de primeros auxilios.
4. Lucha contra incendios y protocolos de evacuación.
¿Cómo y cuándo se debe formar a los trabajadores?
La formación PRL puede impartirla un profesional que pertenezca a una empresa o servicio de prevención ajeno o si la empresa cuenta con medios propios también podrá ser impartida de esa manera. Además, se tienen que mantener registros de las formaciones realizadas y llevarse a cabo durante el horario laboral o en su defecto, en otras horas, pero se deberá descontar el tiempo invertido en la misma.
Existen diversas situaciones en las que es necesario impartir la formación:
- En el momento de la contratación.
- Cuando se incorporen novedades que afecten a las condiciones de seguridad y salud o amplíen los riesgos del puesto de trabajo.
- Cuando hay un cambio en los procedimientos de trabajo.
Hay que recordar que, igual que la empresa está obligada a proporcionar esta formación, los trabajadores tienen el deber de seguirla y realizar las prácticas que se dicten . En el supuesto de que dicha persona no acudiese a los cursos tras varios intentos por la empresa, podría ser sancionada por esta.
Formación PRL personalizada
El marco normativo de la PRL es muy complejo, esto dificulta su aplicación especialmente en empresas donde no se dispone de un departamento de seguridad y salud. Además, existe un problema de desmotivación con relación a la formación PRL. Puede que por falta de sensibilización por parte de las personas y las empresas. A veces, es difícil entender el gran riesgo que un puesto de trabajo puede suponer ya que es nuestro día a día y lo vemos como algo cotidiano. Esto, junto con el hecho de que la formación suele ser generalizada y no siempre profundiza en la importancia de adquirir hábitos saludables hace que la atención no sea la esperada.
Ya existe un movimiento de digitalización en el área de prevención laboral. Esto nos puede ayudar a personalizar el contenido de las formaciones en PRL, hacerlo más atractivo, de fácil comprensión y adaptado a cada puesto de trabajo y características de cada persona llegando así a más gente y promoviendo un futuro más seguro. Un gran ejemplo es la entrevista que realizamos a Pablo Pinto, un profesional con amplio recorrido laboral y formativo en seguridad y salud en el trabajo, que ha sido Jefe de Prevención de Riesgos y Consultor de Seguridad e Higiene Industrial y actualmente es fundador y CEO de LudoPrevención .
O si prefieres leer sobre ello, te dejamos el blog con más información sobre la formación en PRL de calidad
¿Cuál sería la formación en PRL ideal?
En conclusión, los puntos clave para obtener una formación en PRL óptima y completa son:
- Un contenido actualizado, personalizado, interactivo y completo.
- Formaciones teóricas a distancia para facilitar el acceso a estas y prácticas relacionadas con el sector de la empresa donde se imparte.
- Liderazgo por parte de la dirección para fomentar los conocimientos y dar ejemplo.
- Un plan de formación continuo para un ambiente laboral más seguro. - " Píldoras breves y divulgación informal por canales disruptivos en prevención, como propone Amaia López de Segurmanía"
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