Los principales objetivos de cualquier calzado de seguridad cómodo son dos:
- Proteger nuestros pies frente a circunstancias desfavorables o peligrosas.
- Pode estar muchas horas con él sin que nos produzca incomodidad o nos haga daño.
Para saber qué es lo mejor para nuestros pies, hemos de fijarnos en una serie de características.
Características del calzado de seguridad cómodo
Los avances introducidos en la industria textil y del calzado han permitido que puedas encontrar en el mercado calzado de seguridad cómodo para mujer y hombre cada vez más desarrollado e innovador.
Actualmente, cuenta con una serie de características únicas para garantizar unas condiciones de uso óptimas.
No obstante, tenemos que revisar bien los materiales y funcionalidades de estas prendas, sobre todo para estar seguros de que nos van a servir para nuestro menester.
- Buena transpiración. En trabajos bajo circunstancias extremas o aquellos que tienen lugar en ciertas ubicaciones, nuestros pies pueden estar sometidos a altas temperaturas que los hagan sudar. Mantenerlos secos y frescos es importante para evitar, por ejemplo, la aparición de hongos.
- Ligeros. Cuanto más pesen los zapatos, más se cansarán nuestras piernas. Sin embargo, el calzado de seguridad tiene que llevar ciertos refuerzos (por ejemplo, la puntera) que los hacen más pesados. Para evitar esto, lo mejor es utilizar aquellos que no empleen metales (metal free).
- Flexibles. Cualquier calzado cómodo que se precie ha de ser flexible. El de seguridad, por las características especiales de su fabricación, debería incluir elementos que lo flexibilizaran, de otro modo, puede resultar muy incómodo, sobre todo para quienes deban llevarlo muchas horas.
Una solución para reducir la rigidez es sustituir las plantillas de acero por otras que sean textiles y antiperforación . Es una evolución del calzado de seguridad, ya que no solo cubren toda la superficie del pie sino que también actúan como aislante térmica.
- Amplitud. Un zapato lo suficientemente ancho es más cómodo que uno que te apriete un poco y te evitará rozaduras. Lo ideal es que no te oprima el pie, pero que tampoco te quede holgado, de manera que tú puedas ajustártelo a tu gusto con cordones, velcro o hebillas.
Componentes de un buen zapato de seguridad cómodo
Está claro que el material con el que estén hechos los zapatos de seguridad es importante a la hora de cumplir su principal misión: la protección frente a situaciones de riesgo sea del nivel que sea.
Pero también es vital contar con un diseño ergonómico y unos componentes adecuados para que el pie no sufra y a nosotros nos resulte más sencillo su uso.
Por ejemplo, un material muy utilizado en las suelas es el poliuretano, que es antideslizante, pero si el calzado no tiene un relieve adecuado, de nada sirve.
Fíjate si la suela del calzado de trabajo tiene ranuras combinadas y aristas vivas, ya que se adaptarán mejor al terreno, por muy complicado que sea.
Otro aspecto son los cordones y el peligro que conllevan que se desaten de repente en determinadas circunstancias.
El calzado especial debe tener algún sistema de seguridad que sujete el cordón, de esta manera, te aseguran que cierra bien y que además te lo puedes quitar en un segundo.
Un avance en este sentido es el modelo UVEX 1 X-Tended que permite un ajuste integral sin atado estándar, se ajusta a través de su sistema de "easy lace" de manera rápida y sencilla.
En definitiva, el calzado de seguridad cómodo no solo tiene que proteger nuestros pies de unas condiciones extremas (meteorológicas, orográficas, etc) sino que han de hacernos olvidar que lo llevamos puesto.
Determinados materiales, la ergonomía del zapato y el diseño juegan sus propios papeles a la hora de proporcionar estas cualidades al calzado.
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