Creado el 22 de octubre, 2024 por Safeguru
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El buzo desechable es fundamental en protección personal individual, ya que se utiliza en una amplia variedad de industrias y situaciones de riesgo. Diseñados para ser usados una sola vez, aseguran higiene y evitan la contaminación cruzada.
Los buzos desechables pueden ser divididos en dos grandes grupos.
- Buzos sin certificación: Al no estar certificados no son considerados EPIs, por lo que no deben utilizarse para ninguna actividad que suponga un riesgo.
- Buzos certificados: Todos deben estarlo por el Reglamento Europeo UE 2016/425 como EPI. Debido al nivel de riesgo al que nos expondríamos, son EPIs de categoría 3. Dentro de estos, tenemos 6 tipos. De estos hablaremos, ya que son los que se usan a nivel laboral.
Ver catálogo de buzos desechables.
- Tipo 1 (EN 943-1 y EN 943-2): Estanco a gases y ropa de protección contra productos químicos, gaseosos, líquidos y sólidos. Tipo de buzo de mayor protección.
- Tipo 2 (EN 943-1): No estanco a gases. Es igual que el tipo 1, pero en este caso no protege frente a gases, solo frente a líquidos, aerosoles y partículas sólidas.
- Tipo 3 (EN 14605): Protección frente a salpicaduras presurizadas de químicos en estado líquido. Deben presentar uniones herméticas frente a líquidos.
- Tipo 4 (EN 14605): Protección frente a salpicaduras de aerosoles químicos en estado pulverizado.
- Tipo 5 (EN 13982-1): Barrera frente a partículas en estado solido. Protección frente a estas partículas suspendidas en el aire.
- Tipo 6 (EN 13034): Frente a salpicaduras de baja intensidad o baja presión. El nivel más bajo de protección dentro de los buzos certificados contra productos líquidos.
Al elegir un mono de protección, es fundamental analizar el tipo de riesgo (químicos, líquidos, gases, etc.), la duración de la exposicióny el nivel de protección necesario. Factores como la protección de barrera (contra penetración y permeabilidad), resistencia, calidad, comodidad, eliminación segura y costo deben considerarse, así como realizar pruebas en condiciones reales.
Además, elegir la talla adecuada es clave para la seguridad y comodidad, ya que un mono demasiado grande o pequeño puede causar problemas de movilidad y por supuesto de seguridad, por ello, es primordial consultar la guía de tallas de los fabricantes y marcas.
Ver catálogo de buzos desechables.
Ponerse correctamente un mono de protección es clave para su efectividad. Tras elegir el mono adecuado, los trabajadores deben vestirse en un área libre de contaminación.
Antes de iniciar el proceso, es importante vaciarse los bolsillos. Primero hay que quitarse el calzado y colocar los pies en las perneras. Luego, póngase y ate su calzado de seguridad, tras ello, el primer par de guantes, si es necesario en su caso.
A continuación, súbase el mono hasta los hombros, meta los brazos en las mangas y ajuste los equipos de protección, como gafas y mascarilla. Coloque la capucha, cierre la cremallera y si usa un segundo par de guantes, asegúrese de que cubran las mangas. Es recomendable sellar los huecos con cinta y contar con la ayuda de un compañero para verificar el ajuste.
Al quitarse un traje de protección de un solo uso, es crucial hacerlo con cuidado para evitar la contaminación cruzada. El equipo debe retirarse en un área limpia y libre de contaminación.
Antes de empezar, es recomendable limpiar guantes, botas, máscaras y cremalleras. La cinta adhesiva usada debe desecharse en un contenedor para residuos químicos.
Con los guantes puestos, el usuario debe quitar la capucha con cuidado, abrir la cremallera y enrollar el traje hacia afuera, evitando que la parte exterior toque la piel. Tras quitarse los zapatos, el traje debe seguir enrollándose hacia abajo hasta retirarlo completamente, siempre tocando solo la parte interna no contaminada.
Finalmente, el traje debe desecharse de forma segura, junto con los guantes, y el área de trabajo debe ser limpiada para evitar riesgos adicionales.
Es importante mantenerlos en sus bolsas selladas originales, esto los protege, asegurando que se mantengan limpios, secos y con sus propiedades antiestáticas intactas. Estas propiedades, que evitan descargas peligrosas, pueden degradarse si los trajes se exponen a la atmósfera por largos periodos.
Si van a ser reutilizados, lo mejor es almacenar las prendas en un lugar fresco, seco y lejos de luces intensas. Es recomendable colgarlas en perchas, ya que al doblarlas nuevamente podría generar tensiones y debilitar el material.
Además, si las propiedades antiestáticas son cruciales, no se recomienda reutilizar las prendas , ya que el tratamiento superficial que las dota de estas propiedades puede haberse deteriorado.
Tras el uso de buzos de protección, es esencial desecharlos correctamente en bolsas o contenedores de residuos peligrosos, siguiendo las normativas locales para evitar tirarlos en la basura común.
Estos buzos deben enviarse a instalaciones autorizadas para su tratamiento o incineración segura. Además, no se recomienda reutilizarlos, especialmente si han estado en contacto con sustancias químicas o biológicas, ya que pueden haber perdido sus propiedades protectoras, como las antiestáticas. Cumplir con estos pasos garantiza una eliminación segura y reduce riesgos para la salud y el medio ambiente .
Ver catálogo de buzos desechables.
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