En los sectores de agricultura, parques y jardines se emplean multitud de equipos y herramientas de trabajo que suponen diversos riesgos para las personas en su trabajo.

Una de las tareas que conllevan alto riesgo es la aplicación de productos fitosanitarios.

Quédate en este post para saber más sobre estas sustancias y cómo protegerse frente a ellas.

Los productos fitosanitarios, pesticidas o plaguicidas son mezclas químicas que tienen como objetivo proteger los vegetales y sus productos de organismos nocivos.

También regulan el crecimiento de las plantas o su germinación, aumentan el rendimiento de las plantaciones y aseguran la calidad alimentaria.

De manera simultánea, el tratamiento fitosanitario puede tener efectos negativos en las propias plantaciones, en los animales, en el medio ambiente y en las personas que los aplican, por lo que al emplearlos es necesario tomar medidas de seguridad.

Los agentes dañinos presentes en estos químicos pueden tener efectos perjudiciales en el cuerpo humano.

Estas afecciones pueden ir desde irritaciones, mareos, náuseas o cefaleas hasta alteraciones del sueño, lesiones irreversibles en el sistema nervioso o en hígado y riñones, en los casos más graves.

Es esencial saber cómo pueden acceder al organismo para también saber cómo protegernos frente a ellos.

Pueden ejercer su acción por varias vías:

- Vía digestiva, en caso de comer, beber o fumar cerca de los trabajos, tras haber realizado las tareas sin las debidas medidas de higiene o por usos inadecuados.

- Vía respiratoria. Las sustancias químicas pueden quedar suspendidas y entrar al organismo mediante la respiración, hasta llegar a la sangre.

- Vía dérmica, es decir, por la piel, debido a salpicaduras, derrames o uso de ropa o elementos de protección inadecuada.

- Vía parenteral, a través de heridas o por inoculación directa.

La protección para fitosanitarios dependerá de la tarea que se esté realizando y del producto químico empleado.

Es esencial no olvidar que siempre un profesional especializado en Prevención de Riesgos Laborales deberá realizar una evaluación de riesgos completa de las tareas a realizar, proponiendo como medidas preventivas el uso de determinados equipos de protección individual.

Existen distintas normas que ayudan a estandarizar la protección para cada persona en caso de estar en contacto con fitosanitarios.

El equipamiento general de las personas dedicadas a la aplicación de fitosanitarios irá de la cabeza a los pies. Es necesario usar buzos o trajes de protección, gafas de trabajo, máscaras respiratorias, guantes de trabajo y calzado de seguridad.

Las manos son la parte del cuerpo con la que principalmente entramos en contacto con nuestro entorno.

Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), una de las vías de entrada a la que se debe prestar mayor atención es la dérmica, es decir, la piel, por lo que haremos más hincapié en la protección para las manos.

La norma ISO 18889:2019 define los requisitos de los guantes de protección para la manipulación de pesticidas y para los trabajadores de explotaciones agrícolas.

Dentro de esta norma existen tres niveles:

- Marcado G1, para riesgo químico relativamente bajo, cuando se efectúe el mantenimiento de un equipo que requiere destreza o exposiciones breves. No es necesaria una alta protección mecánica.

- Marcado G2, para mayor riesgo químico potencial, cuando por ejemplo se prepare una mezcla para fumigar, en la que los pesticidas estén presentes en altas concentraciones.

- Marcado GR, para actividades de manipulación manual, cuando el operario esté efectuando la recogida de un producto sobre el que se ha pulverizado un pesticida y este está seco o húmedo. Se emplean en la recolección y la manipulación de plantas tratadas.

Mapa Profesional fabricante especialista en equipamiento de protección individual para las manos, ha elaborado una guía específica para esta norma.

Además de poseer los requisitos de la norma ISO 18889:2019, los guantes de protección para manipular fitosanitarios de alto riesgo deberán estar certificados frente a productos químicos con la norma EN 374, siendo impermeables y resistentes a los productos a utilizar.

Los guantes de nitrilo suelen emplearse en este campo por su resistencia química y biológica, así como por su resistencia a roturas y pinchazos y no provocar alergias.

Existen ciertas recomendaciones generales para el uso de guantes en este entorno:

- No utilizar anillos, relojes o pulseras que pudieran romper el guante.

- Verificar que protegen del trabajo que se va a realizar.

- Comprobar que se encuentran en buen estado.

- Lavar y secar las manos al ponerse los guantes.

- Al quitárselos, evitar el contacto de la piel con el exterior del guante.

- Lavar y almacenar los guantes en un lugar adecuado, con los dedos en alto.

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Los equipos de protección individual para fitosanitarios no son solo guantes. Existen otros equipamientos que tienen la función de aislar a la persona del riesgo existente.

Deben utilizarse medias máscaras o máscaras de protección respiratoria con filtros adecuados para los productos a utilizar, ya sean para partículas o para gases y vapores.

Las enfermedades causadas por la inhalación prolongada de los plaguicidas y herbicidas pueden llegar a ser crónicas y sumamente dañinas.

Pueden ser equipos filtrantes sin mantenimiento, como esta semi máscara 4279+ de 3M ), o con filtros recambiables, como esta semi máscara Force 8 de JSP

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El uso de gafas de protección y pantallas faciales evitará la entrada de químicos en los ojos a causa de salpicaduras, proyecciones o gases y vapores.

Se recomienda el uso de gafas panorámicas que protejan de gotas, polvo fino y gases.

Las gafas deberán tener resistencia mecánica a impactos de baja energía.

Echa un vistazo a nuestra sección de protección ocular.

En función del método de aplicación del plaguicida, los riesgos podrán variar. El producto fitosanitario podrá aplicarse mediante espolvoreadores, inyección directa, pulverización, fumigación,...

Los pies deberán estar protegidos mediante calzado de seguridad resistente a químicos.

Deberán utilizarse botas de protección de caña alta para el contacto frecuente con fitosanitarios y para la entrada a zonas que previamente han sido tratadas con estos productos.

El calzado necesitará ser impermeable para evitar el calado del producto químico a la zona baja del cuerpo, asegurando además el confort al mantener los pies secos.

Deberá emplearse un traje o buzo desechable como ropa de protección, permitiendo cubrir brazos, piernas y cuello.

Es importante que se ajuste bien al cuerpo por las posibles vías de entrada, es decir, cuello, cintura, muñecas y tobillos, asegurando la hermeticidad.

Algunas tareas de mayor riesgo requerirán también del uso de delantales impermeables.

Según los productos químicos a los que se exponga el personal especializado en fitosanitarios y el tiempo de exposición podrá haber distintos efectos dañinos en el organismo.

Es imprescindible recibir una formación mínima y obtener un carnet de fitosanitarios para poder utilizarlos.

Debe conocerse qué dice la Ficha de Datos de Seguridad de los productos químicos, además de saber interpretar la información contenida en la etiqueta del producto.

El equipamiento de protección individual deberá aislar al completo al trabajador del producto con el que está en contacto.

Para saber más, consulta el Registro oficial de Productos Fitosanitarios en este enlace

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