Cada empresa tiene la responsabilidad de proporcionar un ambiente de trabajo seguro y libre de peligros, así como de suministrar los equipos de protección individual (EPIs) adecuados para proteger a sus trabajadores contra los accidentes laborales.
La llegada del invierno supone riesgos adicionales y los requisitos de los EPIs y ropa de trabajo para el frío también cambian. Hablamos de equipamiento que mantengan a los trabajadores seguros y cálidos de la cabeza a los pies.
¿Qué tener en cuenta a nivel de vestuario?
En invierno, lo más importantes es trabajar a nivel de capas. Son imprescindibles y se recomienda que la ropa de trabajo usada tenga hasta tres capas distintas.
- Capa base: La más cercana a la piel. Puede incluir camisetas y pantalones. No es necesario que sean térmicas, pero es mejor utilizar materiales sintéticos que absorban la humedad, por esto no se recomienda el algodón, ya que absorbe y la retiene en gran cantidad.
- Capa intermedia: La más aislante. Suele ser polar o de lana. Debe ser un material que mantenga el cuerpo caliente, incluso en condiciones de humedad.
- Capa exterior: Normalmente hecha de materiales resistentes al viento, como el nylon. Aconsejable elegir capas exteriores ligeras y que no sean voluminosas o queden sueltas, para evitar accidentes por atrapamiento por o entre máquinas. Esta capa puede ser reflectante o usarse con EPIs como chalecos de alta visibilidad .
La ropa de trabajo especcíficamente fabricada para el frío es la más adecuada para estos casos: chaquetas y cazadoras , abrigos , polares , sudaderas , chalecos acolchados o impermebales.
La ropa con cremalleras es siempre una gran opción porque permite al usuario ponerse o quitarse ropa fácilmente a medida que las temperaturas van variando durante el día.
¿Qué tener en cuenta para el calzado?
Teniendo en cuenta que los pies ayudan a regular la temperatura corporal, es obvio que sin un calzado adecuado aumentan los riesgos de enfermedades o accidentes relacionados con el frío.
Un buen aislamiento en invierno ayuda a mantener calientes los pies y prevenir la pérdida de calor corporal. Hay tres normas que definen los tres tipos de calzado de uso profesional:
- Calzado de seguridad (EN ISO 20345): Equipado con puntera para ofrecer protección frente al impacto con un nivel de energía de 200 J. Es el más común.
- Calzado de protección (EN ISO 20346): Equipado con puntera para ofrecer protección frente al impacto con un nivel de energía de 100 J. No está muy extendido.
- Calzado de trabajo (EN ISO 20347): Sin puntera de protección.
El calzado de trabajo de invierno no solo debe proteger contra el frío y la humedad, sino que también debe ser específico riesgos como: Resbalones y caídas, riesgo eléctrico, explosiones y material inflamable, elementos afilados, metal fundido, caída de objetos y /o humedad, líquidos y productos químicos.
Tamibén debemos tener en cuenta la comodidad en la pisada. Para garantizar el bienestar, los zapatos deben contar con un arco ergonómico, una superficie acolchada de gel y una estructura amortiguadora que ayude a reducir tensiones en las articulaciones.
Protección de manos para bajas temperaturas
- Aislamiento térmico: Materiales cálidos como lana o sintéticos que retienen el calor sin sacrificar movilidad.
- Comodidad y ajuste: Diseño ergonómico que permite libertad de movimiento.
- Protección específica: anticorte, química, impactos...
- Agarre seguro: Materiales antideslizantes para mayor seguridad.
- Impermeabilidad y transpirabilidad: Mantienen las manos secas y cómodas.
- Durabilidad: Materiales resistentes para soportar el desgaste diario.
Protección cabeza y ocular
Si es necesario el uso de cascos de seguridad, en invierno existe la posibilidad de usar forros térmicos para la cabeza y oídos de los trabajadores.
Diseñados específicamente para complementarse con cualquier casco de seguridad. Por lo que no sería necesario adquirir otro específico para invierno.
Con respecto a la protección ocular, quizás no sea lo primero que se te venga a la mente si pensamos en protegernos frente al frío, pero en estos ambientes de trabajo suele generarse bastante viento. Por lo que puede incrementarse el riesgo por proyección de partículas.
El riesgo por rayos ultravioleta puede ser alto incluso en días nublados. Es recomendable usar gafas de protección frente a salpicaduras, 99% rayos UV, selladas con espuma...
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